¡Hola! Hoy nos vamos a ir a dar un paseo hasta Mamá Framboise.
El pasado viernes tuve la inmensa suerte de poder asistir a una Master Class a cargo de Alejandro Montes, la alma mater de tan prestigiosa pastelería.
Con motivo del lanzamiento de Baileys Chocolate Luxe, se han unido chef pastelero y licor para versionar 3 clásicos de Navidad : el roscón de Reyes, el turrón de chocolate y el pastel navideño irlandés.
Del nuevo licor de Baileys, os digo que es una exquisitez que combina crema de whisky, vainilla de Madagascar y chocolate belga. Un versión chocolateada del clásico, perfecto para tomar con los postres, bien fresquito.
Además de lo rico que está, viene presentado en una botella de 50 cc que es preciosa. Toda dorada, color navideño por excelencia, y que puede resultar un regalo buenísimo estas navidades. Ya viene con el envoltorio puesto ;)
Estará a la venta hasta Reyes, así que lo le quites ojo.
Sobre Alejandro Montes, os puedo contar que destila pasión por su trabajo por los cuatro costados. Transmite perfectamente el amor por su profesión. Él siempre tuvo claro que quería ser pastelero. Desde bien pequeño, aunque como el oficio de pastelero en aquellos años, no contaba con tanto prestigio, estudió «lo que tocaba estudiar». Y ya después, se metió de lleno en el oficio de pastelería, formándose en las mejores escuelas, y recibiendo premios como Mejor Pastelero joven en 2006, entre otros.
A él le preocupaba mucho conseguir, por un lado el respeto en España a la profesión de pastelero. Y por otro, elaborar dulces partiendo de productos de altísima calidad, al modo tradicional, y sin utilizar sucedáneos.
Como resultado de todo ello, llegó Mamá Framboise. Un romántico al mando de una pastelería, empeñado en llenar nuestra memoria de ricos dulces. Éxito seguro.
Todos tenemos recuerdos relacionados con la gastronomía, el bizcocho que comíamos de pequeños, una paella que comimos en las vacaciones, o ese plato especial que tanto nos gusta. Son recuerdos asociados a cumpleaños, celebraciones, triunfos, etc, y generalmente unidos a la cocina de las madres, abuelas…
De ahí lo de Mamá, y Framboise es por el nombre de la protagonista de la novela «Cinco cuartos de naranja» ( forma parte de la trilogía de Chocolat) de la escritora Joanne Harris.
Tiene dos locales en Madrid, uno en c/Fernando VI, 23 en el que estuve Junio, y me encantó. Hicimos una parada para merendar, y fue un gustazo. Todo muy bueno. Las elaboraciones, obviamente son las mismas en ambos.
Pero si tengo que elegir, me quedo con la decoración de éste, en la c/Goya, 5 (en el espacio Platea). Me parece preciosa la pastelería, con rincones especiales por todos lados. .
Ya una vez dentro de la pastelería, nos recibieron con una copita de Baileys chocolat luxe, y una frambuesa. No se puede empezar nada mejor…
Durante la jornada en Mamá Framboise, pudimos realizar el montaje de uno de los tres pasteles que ha creado Alejandro con Baileys chocolate luxe. Es una reinvención del roscón de Reyes, y que no lleva fruta confitada sino pasta de frambuesa, así te ahorras quitarla ;).
El corazón del roscón lleva un gelée de frambuesas y un untuoso de chocolate con leche, y el brioche se empapa con el licor. Luego se añade una ganache de chocolate y como corona, la pasta de frambuesa. Fue un lujazo verle montar el pastel.
Ande o no ande…chocolate grande!!!! Puse como el doble de lo recomendado ;)
Así queda terminado, una pura delicia, y por si todo lo que llevaba no es suficiente, una pizca de oro en todo lo alto remata un lujazo de roscón.
Bea, de Corazón de Caramelo, inmortalizando el momento…
También probamos el pastel y el turrón, sí, y están tan ricos como parecen. Mortales. Pero como todos los grandes placeres, éstos también son efímeros. Hasta el 7 de enero hay de tiempo para probarlos.
Aquí una foto de grupo de los afortunados asistentes.
Por si todo esto era poco, os diré que fue una mañana de reencuentro. Coincidí allí con Bea, de Corazón de Caramelo, y con Manu de Cocinando con Catman, lo que hizo, si cabe, que no pudiera estar más a gusto.
¡Ah se me olvidaba! Los chicos de Mamá Framboise están en todo, son geniales para acabar con remordimientos de cabeza. Mira, mira…
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El auténtico silenciador de ( malas ) conciencias, no hay remordimiento!!!!
Bueno, pues hasta aquí la crónica, espero que hayas disfrutado, como poco, lo mismo que yo.
Un motivo más para agradecer a la organización del evento es la cesión de algunas fotografías, las que no tienen marca de agua. Mil gracias.
Ya ves que si vas a Madrid, te recomiendo mucho mucho la visita a Mamá Framboise.
Y para brindar por el año nuevo, una copita del nuevo Baileys, que empiece el año bien chocolateado ;)