Entre los desayunos de domingo no podían faltar las magdalenas. Son un clásico, y no conozco a nadie al que no le gusten. Es más, a nosotros nos encantan.
Últimamente da la sensación que la pobre se ha quedado eclipsada por su hermana guapa. Sí,sí, me refiero al cupcake. Y la verdad es que no me parece nada justo. Si me dais a elegir a mí, sin duda prefiero la Magdalena. El sabor al aceite de oliva, o a ligero limón, me parece insuperable. Y además tiene copete, que a su hermana se lo cortan, para que esté más mona y añadir el frosting por encima, el relleno y demás aderezos. Es como si la hubieran puesto a dieta ¡¡¡que no tenga tripa!!!! que le tiene que entrar el traje;)
Vale, igual es que a mí, ya de entrada no me gustan las cremas tan azucaradas, y nunca elegiría uno que no estuviera cubierto de ganache de chocolate. Pero como decía aquél, hoy vengo a hablar de mi magdalena.
Venga, anímate y prepara los ingredientes: (para 22/24 unidades)
-4 huevos L
-250 grs de azúcar
-250 grs de aceite de oliva virgen extra
-400 grs de harina
-100 grs de leche
-2 sobres de gasificante de repostería ( 2 morados+ 2 blancos)
Encendemos el horno, calor arriba y abajo a 180 grados.
Batimos muy bien los huevos con el azúcar, añadimos la leche y el aceite. Mezclamos bien y finalmente la harina y las gaseosillas.
Llenamos las cápsulas para magdalenas hasta 3/4 partes.
Suelo meter las cápsulas dentro de unos moldes de silicona, pues así me salen con más copete. No se desparrama hacia los laterales, sólo puede crecer hacia arriba.
Cuando esté el horno caliente, metemos las magdalenas. Las dejamos unos 15/18 minutos, dependiendo del tamaño.
Pasado el tiempo, pinchamos una magdalena con una brocheta, y si sale limpia, ya está hecha.
Sacamos del horno, dejamos enfriar y le damos un buen bocao
Ahora sólo queda ¡disfrutar!
Y tú, ¿eres de cupcake, o de magdalena?