Este post es para mí bastante especial.Y además, mi primera participación en Baking the world.
Soy aficionada a hacer distintos tipos de panes, me atrevo a probar. Pero LA BAGUETTE, ay eso son palabras mayores…nunca lo había intentado y puestos a hacer un pan, hacía bollos, hogazas, y panecillos fundamentalmente.
Cuando descubrí que el reto de este mes consistía en elaborar baguettes precisamente, sentí miedo, mucho miedo. Pánico diría yo. Al cabo de unos días, pensé en intentarlo al menos, a ver qué pasaba. Y tres veces lo intenté. Y así, el tercer intento resultó el definitivo.
La receta de mi baguette es de Dan Lepard.
Seguí las instrucciones de su libro Hornear pan, pastas, y pasteles, y la verdad es que fue todo rodado.
Las dos anteriores eran de diferentes autores. Con la primera me costaba bastante manejar la masa, se me pegaba. Y en el segundo intento, aunque la masa fue bien, por una mala organización no los pude dejar que levaran por segunda vez el tiempo necesario una vez formados. Y lógicamente salieron duros, compactos.
Pero como dice el refrán, a la tercera va la vencida.
Aquí os pongo la receta
Para la esponja necesitamos
1/2 sobre de levadura rápida
175 ml de agua templada
75 grs de harina blanca
100 grs de harina de fuerza
Para la masa
175 ml agua fresca
1/2 sobre de levadura rápida
250 grs de harina de fuerza
125 grs de harina normal
10 grs de sal Maldon molida
Lo primero que se hace es la esponja, yo puse el agua en el vaso de la amasadora. A continuación puse la levadura y mezclé bien. Y por último, la harina. Se amasa bien todo, y se deja reposar bien tapado. Mi esponja tardó una hora en doblar su volumen.
Después los ingredientes de la masa.
Ponemos en el cuenco la esponja, añadimos el agua y la levadura. Lo amasamos hasta que esté bien integrada el agua. Después las harinas, amasamos unos 5 minutos. Añadimos la sal y volvemos a amasar otros 5 minutos. La masa tendrá una textura homogénea y elástica. Pero notaremos que tiene mucha tensión para poderla trabajar. La ponemos en un cuenco grande ligeramente aceitado otros 30 minutos cubierto con un paño o film de cocina para que se relaje.
Pasado este tiempo, notaremos que está más elástica, y más blanda. Lo que nos permite hacer el siguiente paso, formar la baguette.
El formado de la baguette lo hice siguiendo las instrucciones que ponía. (Si alguien está interesado, hay muchos vídeos en Youtube que enseñan a formar las baguettes).
Primero hice una bola con la masa. La dividí en 4 partes iguales, y las formé.
Las coloqué en diagonal en diferentes bandejas de hornear, de una en una.
Las tapé con el paño y las dejé que levaran una hora.
Pasado el tiempo habían crecido bastante. Les hice los cortes en la superficie, (este paso me daba mucho miedo). Y a continuación rocié agua en el horno caliente a 240 grados, e introduje la baguette. Pasados 5 minutos, vaporicé agua de nuevo dentro del horno y sobre el pan. Y bajé la temperatura a 210 grados. Así la tuve durante 20 minutos. Cuando estaba dorada la saqué.
La experiencia me gustó mucho y el resultado final muy rico.
Nos salieron 4 baguettes y os aseguro que nos las comimos todas. Al día siguiente las terminamos tostándolas y con mantequilla y mermelada. Nos supieron tan ricas como recién hechas.
He de decir que puede parecer muy laborioso, pero lo único que hay que hacer es esperar los tiempos de reposo de la masa. El resto de la elaboración apenas lleva tiempo. Y la recompensa merece la pena.
¡A disfrutar!